PRÓXIMA PUBLICACIÓN: Si el universo no quiere, no vamos a llevarle la contra. Así que estaremos un pequeño periodo de unos 15 días sin publicaciones. Un saludo de Venerdi y Noelia.

7 de mayo de 2013

Segundas oportunidades


-¿Por qué nunca viene Marc los viernes? –preguntó María intrigada.

-Porque se va a leer poesías.

-Sí, eso es lo que dice siempre, ¿pero hace recitales o algo? ¿por qué no vamos a verlo algún día?

-De putas, mujer, Marc se va de putas todos los viernes.

***

Isabela se arreglaba para la ocasión. Marc venía los viernes y a ella le gustaba estar guapa para él. Se puso un vestido blanco que a Isabela siempre le hacía pensar en la virginidad. “A estas alturas…” se rió con amargura...

Este relato forma parte de la recopilación "Sin respiración" publicada por Laboratorio Editorial TusRelatos SL. Para leerlo puedes comprar el ebook en Amazon haciendo clic sobre la imagen:



29 de abril de 2013

Los locos son ellos

Vivía en una residencia de estudiantes. La idea fue mía, no de mis padres. Creía que así conocería un montón de gente y haría un montón de amigos. Pero no fue así, en absoluto. La residencia era pequeña, sucia y fea. Encima estaba lejos de mi facultad.

Y la gente que vivía allí... Mis vecinos. En fin, qué decir de ellos. Parecía que estuvieran locos, todos y cada uno de ellos. A veces sentía que estaba viviendo en un sanatorio y me preguntaba cuál era mi papel allí.

Yo iba a clase por las tardes. Quería ir por las mañanas, pero me quedé sin plaza por no hacer la matrícula a tiempo. No había pasado ni una semana de clase y ya agradecía al cielo haber sido perezosa para hacer los papeles; la mayoría de la gente estudiaba por la mañana y en la residencia reinaba la calma, aquellos que no estaban en clase lo normal es que durmiesen.

Yo solía dormir entre las 4 y las 12 de la mañana. Antes de clase hacía mis tareas, estudiaba un poco, comía... Después de clase me duchaba y pasaba unas horas leyendo o charlando con amigos a través de internet. Nunca con gente de la residencia.

Un día vino un señor con bata blanca a mi habitación. Quería llevarme a no sé qué lugar para charlar. Algo sobre que no era normal beber tanta Coca-Cola y mucho menos guardar las latas apiladas contra la pared, recubriéndola.

-Hay que tirarlas –dijo.

-A mí déjeme en paz, los locos son ellos.

Noelia. 21 de Marzo de 2013.